Hace años que unas puertas de madera grises del centro de la ciudad llamaron mi atención. Sabía qué si algún día tuviese que buscar un local para mi negocio, tendría que ser allí. Su ubicación en una calle peatonal y su estética industrial y decadente despertaban en mi algo especial. Lo que no podía imaginar era que en su interior me esperaba una sorpresa aún mayor… un patio exterior.
En tiempos fuera un antiguo almacén de droguería que llevaba años cerrado.
Después de una laboriosa restauración, conseguimos crear un espacio diferente y único. Con un estilo marcadamente industrial, no deja indiferente a nadie que entra en él. Su patio trasero y sus grandes ventanales recuperados, consiguen transmitir una luz mágica en su interior.
Un taller con personalidad propia, un concepto de espacio innovador, donde ejecutamos proyectos diferentes, experimentamos nuevas técnicas y damos rienda suelta a nuestra imaginación.
Además de ser nuestro refugio creativo y taller donde atendemos vuestros encargos a diario, siempre que podemos, nos encanta compartirlo con particulares y empresas que buscan un espacio diferente y acogedor para celebrar sus reuniones, sesiones fotográficas, cenas privadas o pequeños eventos en donde la puesta en escena sea fundamental.
Los talleres son otra parte fundamental en nuestro espacio, ya sean florales, o aquellos que por su naturaleza mantienen una coherencia con nuestra filosofía de trabajo y vida.